Este olor ácido me adormece el olfato
siento entumecida la mente
no se desde cuándo no pienso
Es difícil mantenerse en pie
un temblor me recorre las manos.
¿Cómo es que los miro comer
y quiero tomar la comida de los cerdos?
Camino entre fangos imposibles
y recuerdo cuando dije:
“Padre, dame lo que me toca de la herencia”
me sobraban amigos y mujeres
y se fueron cuando llegó mi insolvencia
ahora se me apetece lo que está en estas bandejas
pero ni siquiera eso tengo
¡Si me dijeran “puedes tomar”!
Alcohol, gula y desenfreno
Abrazos y susurros de mujeres sin rostro
todo se fue con el carnaval del gozo
No tengo baño hace mucho tiempo
habito una gran noche todo el día
y una luz espesa y fría me entra por la vena
entonces floto y me río tonto
deambulo perdido por esta gran chanchera
Ya no veo rostros, ya no tengo amigos
duermo entre residuos y rastrojos
las voces son gruñidos de cerdo
Entonces medito:
“¡cuantos jornaleros de mi padre tienen comida suficiente
y yo aquí me muero de hambre entre los cerdos!”
caí a este abismo, pero este no es el hábitat de un hijo
en mi casa tengo pan, perdón y abrigo
Regresaré sobre estos pasos putrefactos
Dejo esta muerte y camino hacia la Vida
le rogaré que me reciba
aunque no merezco trato de hijo.
No sigo más girando en esta náusea maldita
tumbado en este fango apestoso,
cara al cielo miro a las estrellas y digo:
“tengo que volver a mi Padre”
y ya emprendo el camino.
- Autor: mario mena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2012 a las 00:01
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 321
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, El Hombre de la Rosa, JoseRaul, Amelia Suârez Oquendo
Comentarios6
Me gusta el contenido reflexivo; amén del espiritual.
Abrazos
Muchas gracias, qué honor que pase esta rosa por estas sencillas letras, y me deje un comentario.
En esta vida, ¿cuanto tienes? ¡tanto vales!
Tus letras son hermosamente reflexivas y espirituales.
Me agradó llegar a tu espacio y leerte
Saludos
Qué amable y generosa.
Muchas gracias Winda.
“¡cuantos jornaleros de mi padre tienen comida suficiente
y yo aquí me muero de hambre entre los cerdos!”
caí a este abismo, pero este no es el hábitat de un hijo
en mi casa tengo pan, perdón y abrigo.
Hermoso y bello poema del hijo prodigo que regresa al amor de su casa y de su vida despues de saborear las amarguras de la soledad.
Saludos de amistad amigo Mario
Saludos, honorable señor.
Muchas gracias por su lectura, y su fino comentario.
Todos merecen una segunda oportunidad. Crudo pero lleno de verdades y aprendizaje. Un gusto leerte como siempre. Me quedo con estas líneas:
“tengo que volver a mi Padre”
y ya emprendo el camino..."
Un abrazo muy fuerte amigo mío. Saludos.
Arely
Bendita segunda oportunidad.
Un poema bien sentimental, amigo poeta. Gracias a Dios que ya estás de regreso. Bellísimas letras escritas con un profundo sentimiento. me alegra haber entrado en tu espacio para poder disfrutarlo. Un placer leerte.
Saludos.
Así es, Amediana: Gracias a Dios.
y ahí está la hoja de ruta para todos los hijos pródigos.
Me inclino ante tu fineza.
Excelente manera de recrear la parábola del hijo pródigo. Un placer leerte. Un abrazo
Gracias rosa: sí es un ejercicio estético y de fe, es asomarse al relato, meterse en la piel del personaje. vivir su abismo, sufrir su agonía, resucitar su muerte buscando la salida; viendo con mis ojos, sintiendo desde este tiempo, un angustia eterna: la postración y los efectos de dejar a Dios, y el arrepentimiento y anhelo de volver a El, porque sólo en El hayamos nuestro sentido pleno.
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