Entre olas de aire y bloques de hielo, escuchaba mientras se acercaba la soledad camuflada de negro, tan misteriosas como hermosa, tan helada como sombría, sus ojos demasiados brillantes para su cara y demasiados angelicales para su alma, pero perfectos para la noche, y en una sola mirada, mientras sus ardientes labios se adueñaban de mi boca y mis parpados cerraban, escuchaba un extraño eco que parecía provenir de mi alma, y al abrir los ojos supe… que era el despertador junto a mi cama.
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Autor:
Jose Nucette (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2012 a las 01:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Yanquiray, El Hombre de la Rosa, Amelia Suârez Oquendo
Comentarios5
Ese despertador amigo...te trastoco entre el amor y los sueños...
sentires del alma...
un placer pasar por tus lineas
jeje gracias!
Letras sensibles y bellas
Saludos
Hermosa y bella prosa literaria amigo José
Un placer leerte
Saludos
Para el amor el sueño y la realidad son dos y una misma cosa. Bellas letras, amigo. Un placer descubrir tu espacio y leerte.
¡Feliz día!
Saludos.
Precioso...muy buena
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