La noche evoluciona, eclipsando nuestra idea tenida por más firme
Y andamos, brumarios, doblando esquinas con la certeza de revelaciones que no se producirán.
La oscuridad nos envuelve con mantos de gracia y frío agasajo. Pululamos encima de transportes,
a través de concurridos parques, con la cara dada vuelta, simulando una identidad a media voz
Surge el que no, el otro lado de la cuestión. A tanto llega este sentimiento,
que podemos creer en la autenticidad de cuanto emprendamos, o abdiquemos
ante quien merece suprema pleitesía e inclinaciones de cabeza + torso.
Una certeza foránea sobre el porvenir sobrevuela
Pero durante la cima horaria, en la cúspide, nada es lo que parece.
Los cuervos, que suponías fieles, duermen con tus ojos clavados en el pico
y ya no responden a mandatos de humana especie.
- Autor: Albin Lainez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2012 a las 02:24
- Comentario del autor sobre el poema: nuestra contraparte fluye en la oscuridad, y le tememos
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Pero durante la cima horaria, en la cúspide, nada es lo que parece.
Bello poema en prosa literaria amigo Arlán
Saludos cordiales
Saludos compañero de la Rosa, gracias por venir.
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