Desde el instante que nacemos quedamos entre dos horas
sujetados a ellas hacemos nuestra rutina como en barras paralelas
alejándonos poco a poco de la hora primera, nos olvidamos del riesgo
vamos recogiendo certezas, aprendiendo labores
y tenemos que pagar los precios de la existencia.
Van quedando en la ruta las primeras ignorancias
y conforme se deshoja lentamente el calendario
van naciendo más preguntas, esta vez muy contundentes.
Todo recibimos un paquete que al final nos hace iguales,
tenemos vida, cuerpo, alma, sueños y al final eternidades
Al celebrar el tiempo que llevamos avanzado
decimos tengo diez, treinta o cincuenta años
y en realidad no tenemos, ya se fueron, se acabaron
sólo tenemos el tiempo que queda entre este presente
y nuestra hora final.
Desde el instante que nacemos quedamos entre dos tiempos
mientras vivimos se observa que no existe escapatoria
desde pequeños recibimos unas bellas ilusiones
para caminar el tiempo entre estas hora extremas
Unos dicen que caímos en medio de este reloj
que funciona perfecto pero sin explicación
Otros que nada importa simplemente vive el momento
porque todo se acaba y esto es todo, no hay infierno.
Pero pienso que los dos tienen mucho de arriesgado
son explicaciones simplistas, torpes y suicidas.
Prefiero ver las dos horas igual como dos puertas
por una inicié el camino por otra elevo el vuelo.
El punto es tener certeza que vuelo con el Supremo.
- Autor: mario mena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2012 a las 03:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Winda, Sara (Bar literario)
Comentarios4
Prefiero ver las dos horas igual como dos puertas
por una inicié el camino por otra elevo el vuelo.
El punto es tener certeza que vuelo con el Supremo.
Buen poema amigo Mario fue un placer leerte
Saludos de España
¡Qué honor recibir sus generosas palabras"
Me inclino en agradecimiento.
señor, saludos, desde Costa Rica.
Me encantaron tus letras amigo, y te acompaño en tu vuelo.
Abrazos
Pues adelante: a prepararse para el vuelo.
Sin desperdicio, amigo.
"...El punto es tener certeza que vuelo con el Supremo."
Así es
Abrazo.
Muchas gracias, y en especial por ese "así es", tan preciso, tan converso.
Una hermosa pero realista reflexión sobre la vida. Me quedo con estas líneas:
Prefiero ver las dos horas igual como dos puertas
por una inicié el camino por otra elevo el vuelo.
El punto es tener certeza que vuelo con el Supremo.
Un gusto leerte como siempre. Un cariñoso abrazo amigo. Saludos
Arely
Saludos Arely: Esa es una gran certeza, todos tenemos las dos horas.
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