Te observaba desde mi asiento
que era como un ollo profundo de cadenas.
Sumergida en ese sentimiento irreconocible e impalpable.
¿Por qué el otoño no soplo su viento arrastrando las hojas de tus árboles?
¿Por qué de pronto me sentí encerrada en la complicidad de una mirada desconocida?
¿Por qué no se alimentó mi hambriento olvido de tu recuerdo?
Aquí estoy sintiéndome presa de tu mirada inolvidable.
Cómplice de todo y de nada a la vez.
Casi te recuerdo, pero entre miradas furtivas tu rostro se desdibuja en mi mente…
Y entonces me canso de tanto tratar de encontrarte en el tumulto de los recuerdos devorados.
- Autor: Annabella Amuy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2012 a las 15:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 116
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Lo que me gusta es el inicio es simple que le da belleza, no me llena del todo el resto, pero te deseo suerte compatriota.
Sabes? quedé con la misma sensación cuando lo escribí... pero decidí dejarlo después de todo no pude volver a conectarme con el sentimiento. Gracias por comentar!
Saludos.
Nunca visto amiga Annabella Amuy...
Un hermoso poema en prosa literaria nos has dejado hoy.
Saludos
Gracias por tus palabras!
Saludos
Me encanta esta frase
"¿PORQUE NO SE ALIMENTO MI HAMBRIENTO OLVIDO DE TU RECUERDO?
Hermoso poema....
abrazos
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