Ayer desperté pensando en ti
y recordándome en el arrullo de tus brazos;
todavía con el perfume de tu cuerpo sobre mí,
todavía con la marca de tus besos en mis labios.
Y ahora no sé cómo sacarte de mi mente,
porque tal vez no quiero que te vayas de mi lado;
infierno es tu ausencia y me mata lentamente,
yo prefiero el cielo y la calma que me dan tus manos.
Pensándote una y otra vez,
sintiendo que te quiero más de lo que había calculado;
taladrando en mi cabeza está tu nombre, mi bien:
sin pedir permiso en mi corazón te has instalado.
Y es que ayer desperté pensando en ti,
sintiendo que no quieres que me aleje de tu lado;
queriendo que los hombres no nos juzguen sino Dios
pues Él permitió a nuestro cariño crecer más de lo planeado.
- Autor: Philip Ray ( Offline)
- Publicado: 16 de agosto de 2012 a las 02:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 71
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, azazz
Comentarios3
Hermosos versos que salen de corazón.
Saludos!
Grcaias, Hilgava... claro que salen del corazón. Seguimos en contacto, colega.
Has conseguido volar con tus letras, y en ese vuelo miré tus alas y leí que decía... te lo puedes llevar.
Me llevo tu escrito, porque me gustan las buenas obras ¡No lo olvides!
Volveré...
Saludos.
Muchas gracias por la lectura y el comentario Yasser, siempre es bueno saber a algunas otras personas les gusta lo que escribes 🙂 Llévate este y muchos otros poemas que ese es mi propósito, seguimos en contacto y leyéndonos. Saludos.
Suele pasar amigo, que los amores más profundos siempre son juzgados,
Me gustó tu poema, un saludo cordial
Pasa a menudo, Winda... muchas gracias por leerme y escribire, me son de mucha importancia todos sus comentarios.
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