De mis extremidades, de todas, abusé.
Especialmente mucho de mi torpe cabeza.
Por todos mis huecos mis sobras expulsé.
Las peores se fueron por mi lengua malveza.
Las muertes necesarias muy solo soporté
Y ahora que la mía me busca con fiereza,
Ni ganas de durar, ni dolor, sentiré.
El drama del ayer renueva mi certeza.
Como nuestros cadáveres, recubiertos de abismos,
Que tendidos al sol, con las tripas al cielo,
Alimentan la larva de la futura historia,
Así de estas cenizas, desde nosotros mismos,
Renacerán mañana los que guardamos duelo,
Aquellos que rediman la pesada memoria.
- Autor: mario (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2012 a las 13:57
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, luna hermoza
Comentarios3
De mis extremidades, de todas, abusé.
Especialmente mucho de mi torpe cabeza.
De todos agujeros mis sobras excreté.
Las peores fueron de boca a la maleza.
La muerte es nuestro fatal destino amigo Mario.
Triste poema.
Saludos
gracias por leer y por el comentario.
Saludos
Una poesía exquisita. Un soneto magistral cuya fin es hablar siempre de la enemifa acerríma de la vida, la muerte. También me he sentido vivo, muerto.
Ha sido un placer haberte leído.
Saludos.
Gracias ,amigo, por la generosidad de leer y comentar este pobre escrito.
Saludos
AMIGO HERMOSO POEMA NOS AS REGALADO
DONDE DEJAS UNA REFLEXION
UN BESO
MARIA TERESA
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