Inefable sentimiento sin comienzo ni final,
brisa embriagadora,
soplo de estremecimiento, que siempre enamora.
llama eterna de cálido aliento,
donde siempre da cobijo, a los hermosos sentimientos.
Alma de música que emana sensaciones,
Deliciosa cadencia, a serenidad suena.
Hechizo de ternura,
surtido por dulces susurros sabor a canela.
Caricias de olor a mojado,
como agua de lluvia caída, en un campo de trigo dorado.
Epicentro de nuestra existencia,
desde donde sale la savia
que inyecta júbilo y sentido a la vida nuestra.
© Antonio del Castillo Albarracín
© Editorial: Aebius
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ANTONIO DEL CASTILLO ALBARRACÍN
- Autor: Antonio del castillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2012 a las 19:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 126
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un hermoso poema de amor amigo Tonistar
Saludos de amistad
¡Muchísimas gracias! "hombre de la rosa". Todos los que nos reflejamos aquí, es porque tenemos una cierta facilidad para exteriorizar en forma de versos.., lo mejor de nosotros. Un abrazo!
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