Llegó el incesante
matraqueo de los engranajes,
no en coches
no en aviones
no en relojes
no en sofisticados aparatos;
aunque
sí en coches
sí en aviones
sí en relojes
y en sofisticados
e inútiles
aparatos;
pues el estertor impúdico
que acabó con las aves
y relegó a las plantas al reino del olvido
provenía
del pecho de los hombres.
- Autor: romeo14 ( Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2012 a las 23:14
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un hermoso grito poetico contra la perdida de la naturaleza y el caos social.
Bello poema amigo Romeo14
Saludos y amistad
Gracias por pasar por mi espacio, Hombre de la Rosa, veo que entendiste bien la esencia del poema.
Un saludo y suerte con tus letras.
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