EXTRAÑA FORMA DE SER

Extraña forma de ser, extraña forma de vivir, extraña forma de sentir. Casi no me entiendo, quiero ser vengativa, no consigo, quiero ser dura, tampoco, quiero callar mi cariño, quiero no sentir nada por los que me lastiman y me echan al olvido, imposible. Intenté con todas mis fuerzas, pero no puedo querer mal a nadie.

Por veces comentando sobre retazos de mi vida, lloro sin querer, una  magua, triste se apodera de mi, no por pena, solo porque lo he vivido, sin saber el por qué.

La tristeza cuando calla fondo,  nos hace olvidar los pequeños o grandes momentos de alegría.

Extraña forma de ser, tiene mi corazón, un poco cansado, por los años y por lo que ha querido amar sin amores, por lo que soñó y no fue realidad, por la incertidumbre del mañana, por miles de cosas, que tercamente aun deseo.

Extraña forma de vivir, parada en el tiempo esperando un milagro.

Extraña forma de sentir, deseando que me entiendan e confíen en mí.

Quería ser distinta, ser mas distraída, no sentir las cosas con tanta profundidad, no sufrir, por  malas palabras e faltas de respecto. Ser cabeza hueca e no hacer caso.

Cambiar mi sensibilidad por dureza, ser egoísta, pensar en mi e vivir a mi aire.

Duele ser condenada sin ser juzgada, duele la falta de atención mínima, que debían tener, duele sentir que mi amargor es provocado, por falta de comprensión.

Era altura de parar esta manera de no vivir, ya sufrí con el dolor de los otros, impotente por no poder dar salud, por no poder evitar su muerte,  ya hice muchas despedidas para siempre de personas que me hacen mucha falta.

Hice un testamento, no por  venganza, ni para perjudicar a nadie, solo  por una cuestión de justicia, pues  deseo tengan e sientan que fueran injustos, feroces en su manera de condenar inocentes de   mirar a los otros como una cosa y no como personas.

Para allá de la vida, no se lo que hay, en esta des iludida, de todo me pasó lo imaginable.

Me siento cansada e triste, no esperaba que  tanto jaleo me quitara el sueño.

Solo quise un rincón, modesto, un compañero  amigo. Un final de mi vida sonriendo y no llorando como me obligan a tener.

Si pudiera comprar dureza,  mentiras, hipocresías, las compraba. Quedaba igual a los otros. Sofreía menos.

Extraña mi manera de ser, de vivir e sentir. Extraña penitencia sin haber pecado.

Por veces mi Fe baja, mi esperanza, no quiero, tengo que ser fuerte y vivir como pueda, aun que para eso tenga que marchar para lejos, tan lejos, que ni el viento ni las nubes ni mi pensamiento me traiga su recuerdo.

Hasta siempre e para siempre mi ausencia de vuestras vidas,

No es recado ninguno para alguien, solamente es mi conversación conmigo, reponiendo las cosas en su sitio. Basta ya de tanta locura, estando lucidos.

Oporto, 24 de Agosto de 2012

Carminha Nieves