Te quiero vida.

Te quiero vida.

¿A que te sorprende que te lo diga?.

Toda una declaración de emociones.

Hace tanto tiempo que no te escribía.

Que casi se me olvidó como es el sentirse llena de ti.

Si de perdonarme la tristeza se tratara..
..no me alcanzaría el horizonte predestinado para amanecerlo.

Aprovecho que la ilusión está cerca..
..y que vuelve a rondarme alba de compañía.

Fechada de ánimo..
..al calendario de un poco más de esperanza señalada.

Ya me conoces las lágrimas..
..andando siempre en la bitácora pérdida de la melancolía.

Combatiente de soledad al destierro de lo alegre.

..con este sabor de mar que me dejó en el corazón..
.. tu cristalizada herida.

Por esta misma boca te hablo carta de sal..
..vertida por la esmeralda botella virtual.

No sé si la recibirás, si al viento que me envuelve compañía..

..le dará tiempo de brisa a susurrártela.

Pues ha de desatar a toda prisa los nudos de la deriva.

Parece que mi existencia sea..

..el irse ausentarse y despedirse..
..dejándose danzar por el vaivén del corazón.

Como dos amantes ciertos del agua y la tierra..
..enlazados al fin de luz, por su nostalgia de faro.

Y así se me pasa el oleaje del reloj de arena..
..distrayendo su caída con tu palabra..

¿Sabes marea latente?

..a veces me siento tan sola ternura adentro..
..es un dolor hueco, sordo del más allá bonito..

..sin posibilidad de isla..
..de no tener lugar donde abrazarme salvamento de arrecife..

..que hasta creo no escuchar..
..el metrónomo que ejerce el timón de tu sonido.

Y me desborda el mayor de los naufragios..
..ese seco que ahoga la desesperación.

Todo me lo pregunto, si fuiste hecha para mi.

¿Con qué motivo de rumbo?

¿Seguro que no te equivocaste con las señas de mi nombre?.

Hacia dónde de afectos..
..he de guiar el pulso de la delicadeza.

Para no dejar huella de presencia..
..ni rastro orillado alguno de sentimiento.

Que mi descalza sinceridad puso de manifiesto poético.
Sobre esta desanclada canción.

Llévame a casa Vida..
..pues debo descansar el viaje..

..sobre el beso portuario de tu pensamiento.