He buscado en mis tinieblas, te llamo en el silencio
hablo y no respondes; ¿qué hago para que me oigas?
me vuelvo viento y no te toco; lluvia y no te mojo
cruje en ti mi alma muerta, oh noche larga, soledad abierta
como sueño roto te alejas, no miras hacia atrás;
abandonada como cañaveral después de la zafra
quedó la tierra que sembraste y desierto se convirtió.
Una cruz de hierro como luto en el centro del cuerpo
una cruz de fuego sobre la frente, un beso que quedó sin darse
el llanto de mi padre que aún me duele en el pecho ;
Lámpara de aceite que iluminas el camino aunque yo no quiera
voy gritando que te vuelvas, te suplico que me mires
soy la Tierra, tú Semilla; eres Mar yo soy la ola que se eleva
pero nunca toca el cielo
¿No ves la luna cuánto llora sobre el río de aguas bravas?
calma el mar de olas mansas que con su golpe las piedras
quebrantan y se rompen contra murallas minerales
dejando sin hogar a las gaviotas y ahogadas las ballenas.
Cubre de aguas limpias la playa que acostumbrada al toque
de seda de tus manos líquidas, y de acero transparente cuando me sostienes;
te espera! Quédate ahí, Vencedor, declara victoria.
Cae la hora del perdón, doblan las rodillas llagadas de arrastrarse
oyes las voces tremebundas, doloridas; alargas los brazos como enredadera
y se cuelgan de tus ramas, lágrimas que forman collares de lamentos
dulce algodón azul, cálido invierno hacia donde emigraron los anhelos
responde a los clamores de pájaros nocturnos, que perdidos en la nada
siguen buscando descansar en tu regazo, desplazándose en espirales
de luces multicolores cegadas por el brillo de tus ojos.
Escucha que te llamo; gritando entre la brisa, hundiéndome en la tierra,
que contestes mi ser extraña, ahogado lamento taciturno
más allá de ti alumbran las estrellas fugaces y se rompen
como secas hojarascas anunciando que el otoño esta por morir
que la tierra crece, la nieve arde, la espesura del monte no te cubre
y entre el mar, el cielo y la tierra existen Tú y la sombra del día en tus espaldas.
Mientras tanto, soy gota de rocío, humo, viento, polvo que se fuga hacia lo eterno
- Autor: Maestra Irma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2012 a las 17:09
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: lyi roseblue
Comentarios3
PERDÓN, SE DESACOMODÓ Y NO LOGRÉ CONSERVAR LA FORMA
UNA BELLEZA , AMIGA POETISA !!!!!
UN ABRAZO
Oh que poemazo!!!!
y que bonito final:
entre el mar, el cielo y la tierra existen Tú y la sombra del día en tus espaldas.
Mientras tanto, soy gota de rocío, humo, viento, polvo que se fuga hacia lo eterno
me lo llevare .
un abrazo cálido [: )
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