Ningún otra ave puede beber de ese manantial
Que ningún otro oído escuche el retumbo de tu latir,
ninguna otra mano se embrolle en tus senos,
que solo las gotas de aguas mansas puedan rozar tus divisiones,
solamente los rayos tibios del sol tienten tu piel,
nada más el alba y las sombras, porque solo tolero,
los besos de la lluvia y el acariciar del viento,
puesto que hasta del mismo aire siento celo.
Solo yo quiero ser navegante de tu limitado infinito,
que solo la soledad acompañada del ensueño,
sean únicos testigo de tu desnudez,
que solo las piedras del rio
y las sendas sientan la luz de tus pies,
Porque quiero ser la única ave sedienta
que bebe, de aquel dulce manantial.
- Autor: Ivan M. Urrego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2009 a las 11:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 218
Comentarios2
Egoista pero justificado.
muy buen poema,
Te felicito!!
NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE LA METAS EN UNA JAULA,PUES ELLA NACIO LIBRE Y EN LIBERTAD TE ESCOJIO PARA QUE TU,FUERAS SU AMADOR.
AMALA,PERO LIBRE
BESOS
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