Cada gemido de tu voz se convierte en letras;
letras tan cargadas de ti,
tan llenas de los dos,
tan sinceras y desnudas entre sí.
Letras que crean poemas de mil versos,
Versos en tus labios,
Versos en tu pecho,
Versos tallados en un solo cuerpo.
Cuerpos que se entregan por completo,
Sin pudor y sin pretextos,
Expuestos por aquel profano artista
De ideales hedonistas.
Pasos manchados de tinto
Danzando al son de un tango
Sobre el lienzo
De un misterioso blanco.
Un blanco manchado
Por la inocencia lasciva de tu ausencia;
Ausencia que me acompaña entre las líneas
De estas profanas letras.
Letras declamadas
Por las más voces más sinceras,
Por los seres más extraños
Despojados de todo amor humano.
Amor sin máscaras,
Amor perfecto.
Felicidad en letras,
Y desastre en versos.
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