El camino del ayer

gaston campano

Recorriendo el camino

del ayer pequeño

se olvidaron de mí

los álamos secos.

Muriendo despacio.

No agitan las ramas

con los raros vientos.

El puente de madera,

ya no tiene clavos

los atrapo la edad

igual que a mis pasos.

Sus barandas volaron

sin alas en sus largos.

Las  llevó el invierno

nadando en sus aguas,

golpeando furiosas,

los ambos costados

del estero seco,

de lluvias a su paso.

Lo miro a su largo

de su cinta gris.

No quedan los rastros

del camino, al fin.

Se parece al hombre

que lo está mirando

Sin luz en sus ojos y

sus pies cansados,

pisando abrojos

que parecen clavos.






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