Qué podría pedirte,
que Tú ya no me diéras.
Algo de humildad,
ser popular
en tiémpos de escuela.
La mirada dulce,
la sonrisa cómplice
que la hacían tan bella.
El niño que está contigo,
y que aún me desvela.
La ciencia que no aprendí
pese a Tus esfuerzos
y a la fé de la abuela.
Si todo lo sábes,
conóces mis penas.
Díme porque llóro,
mientras busco en la playa,
un castillo de arena.
- Autor: Luis Elissamburu ( Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2012 a las 01:03
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Joseph Mercier García, Sara (Bar literario)
Comentarios4
Una bella plegaria definitivamente
una gratitud absorbente,
espero lean y escuchen
tu palabra contundente
¡Gracias por el comentario!, aprecio mucho tu juicio.
Muy, muy bonito
Un saludo
Antonio
Muy bonito, un abrazo.
Me gustó
bambam
Es un placer que te haya gustado,
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