Me pregunto, porque que hemos venido a este mundo, sin pedirlo. Sin elegir los padres, familia, color de los ojos, cabello, hombre o mujer, lo que gustaríamos fuera nuestra vida. Nada. Venimos e listo. Un destino desconocido, nos espera,
A la fuerza, somos. El que, no lo se. Representaciones en el palco del mundo, actores, de tragedias, de amores imposibles, de batalla constante contra la mala suerte, que nos cabe. Oh intentar sujetar lo que queremos en nuestras manos hasta que lloremos de dolor por la fuerza que hacemos para que no caiga al suelo e la roben.
Entre millones, eliges alguien para que te acompañe, creyendo que esta cierta en tu elección.
¡Te ciegas, por cosas tan locas! Tener una familia, que termina cuando ya no servimos, un curso un empleo, que también es efémero.
¿Para que nos han traído al mundo? Nadie quiere morir, porque ni se dan cuenta que casi ya no viven ni nunca la han vivido.
Si me hubieran dado la oportunidad de elegir, quizá ni nascía, o quererla ser sombra, inmaterial, traspasar paredes, volar, sin que nadie me sintiera. Seria aire, luz, viento, noche, día, seria sin ser toda la naturaleza, quizá oyera a los humanos, quizá los entendiera, o no, tampoco ellos conocerían, mi aspecto, mi pensar, el inmenso mundo, que tengo dentro de mí. No se burlarían, no me ofenderían, nadie me dañaría, con desprecio, desconfianza, falta de respecto. Les haría una fiesta revolcando sus cabellos, mojándolos, una vez por otra una zancadilla pequeñita, para que se desequilibraran un poco. Seguro que seria feliz. Pero, tengo que andar con atención, para que no me hagan trampas, no me obliguen a cambiar lo que soy, sin elegir, ni querer, vivo guerreando una batalla que no empecé.
Tampoco se si la vida fuera siempre un mar de rosas, era bueno. Creo que me aburriría, no sirvo para estar parada.
Se tiene que vivir malos momentos, para saborear los buenos. En la diferencia esta el aprender e sentir, el querer, cuando no se tiene, el trabajar, para que el cuerpo fluía, e se renueve, intentar pensando hasta casi echar humo por los oídos, de tantas vuelta dar a la cabeza para conseguir resolver los problemas, que nos aparecen sin saber la causa.
Como nascí, ahora tengo como pueda e de la mejor manera aceptar la realidad, tengo que seguir el camino, hasta el final.
Así pasa con casi todos, unos con mas, otros con menos, pero en realidad, es una batalla, para solucionar sin sernos cogidos por el desanimo, o la derrota, incapaces de pasar adelante e volver a empezar de nuevo, lo que tenemos que alcanzar. Nuestro sitio, nuestro querer, nuestra felicidad. En ella todo está, mismo aceptar que estamos aquí, sin nuestro consentimiento.
Como rosas, mojadas, por el rocío de la noche, las gotas resbalando por sus pétalas, secaran cuando el sol acaricie, su terciopelo e no las destiña.
Que nuestro perfume, quede, en los corazones, para siempre.
Oporto, 14 de Setiembre de 2012
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de septiembre de 2012 a las 08:52
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 83
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