SUEÑOS, DIABÓLICOS

 Estoy acostado despierto de un sueño
Y veo como otro cuerpo sale de mi ser, Me asusto viendo me fuera, de mis mismo
Y pregunto en silencio ¿Que está pasando?...
Nadie me contesta, miro a mi mujer y duerme
Me pongo nervioso y persigo a mi sombra,
O a lo que ha salido de mi Cuerpo durmiente,
Cuando dormía en un sueño que real parecía…
 
Enciendo por fin la luz de la cocina
Pero no logro despertar de este misterio
Y pienso ¡Somos más de una vida!
Y escucho una voz que dice, tus eres mi cuerpo…
Entonces muerto de miedo y helado, en verano
Le pregunto ¿y cómo has salido de mí y por qué?
Todo este dialogo en un hipotético silencio,
Quizás Hera la conciencia, quien salió de mi…
 
Pero yo despierto y no en sueños
Vi a un ser salir de mi cuerpo en la cama,
Ascendiendo como unos fuegos fatuos
Se apaga la luz de la cocina y me habla…
Diciéndome tu eres mi cuerpo y yo soy tu ser
Y ahí empecé a creer, en la realidad de la vida Somos dos seres en uno, entre el corazón y el ser
¿el porqué espíritu invisible has salido como un hada?...
 
¿A pasear fuera de mi mismo y te llevas mi silueta?
En su empeño de liberarse de mi cuerpo enfermo,
Y fue castigada mi alma por los Dioses de mi puerta,
Un cielo que duerme dentro de todo mi tiempo…
Una vida que tiene más de una vida, en mi estructura,
¡Dios santo, Señor de los cielos sácame de este sueño!
Real o visual que se ha apoderado de toda mi sombra,
Cubriendo mi despertar y sale a pasear como mi dueño…
 
Quizás este poseído, quizás esto es un castigo
Y ya mi alma no quiera vivir dentro de mi cuerpo
Por el comportamiento que tengo en mi infierno
¡Te pido alma de mi ser, espíritu traidor y pulcro!...
Que entres otra vez en mi y te prometo vida sana,
Mis palabras la está poniendo Dios entre mis sabanas
Y seguí durmiendo esa noche, de miedos y fantasmas
Despierto al amanecer y todo era normal en mis almas...
  Ha sido un sueño diabólico, visite durmiendo los infiernos
Y vi todas las hogueras ardiendo, quemando fantasmas,
Desde entonces rezo antes de dormir, en mis sótanos,
Para que el Señor confié en mi vida, mi ser y mis sabanas.

¡Ya he tenido varios sueños de estos, en mi despertar y vivo asustado y escondido, en las cavernas, de mí soñar!
 
  
                          Modesto Ruiz Martínez / sábado, 15 de septiembre de 2012