Emigrar, y desgarrar el alma,
cruzar océanos y continentes,
dejar un padre una madre sin calma,
y luchar contra el viento y la corriente.
Y aun con pena desgarradora,
y vuestro ojos llenos de llanto,
hay que ser verdugo, de vuestro propio quebranto,
y dejar a toda vuestra gente, que os’ adora.
Desgarrar el aire y cruzar el mar,
volar tras un sueño fugitivo;
en algún furtivo trabajo recordar, que el progresar
esta en imponerse su propio castigo.
Ya con vuestro animo extenuado
y un toque de dejo en la mirada,
de nada sirve recordar lo que se ha dejado,
allá en vuestra patria tan amada.
Si así es el capricho de vuestro destino,
cosa que nadie impone en esta vida;
trata de conquistar la gloria en tu camino,
y no olvides a tu patria tan querida.
Recuerda; solo lleváis vuestro cuerpo
y dejáis tu sangre abandonada,
no olvidéis el cariño de tu gente;
de tu madre, que se encuentra acongojada.
- Autor: David Goya ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2012 a las 17:16
- Categoría: Familia
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: DAVID FERNANDEZ FIS
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