En muchos anhelos de mi vida,
cuando por ellos suspiraba esperanzado,
sufría de pronto una caida,
y ellos se pasaban por mi lado.
Aprendí a sustituir lo rojo por lo colorado,
cuando el propósito era similar,
aprendí a amar sin ser amado,
y aprendí a ser amado sin amar.
Aprendí que el desear es una cosa,
y que otra cosa es la realidad;
aprendí que no era mía toda rosa,
aprendí que en la hermosura hay vanidad.
Aprendí que si vas en un desierto,
solo cuentas con el agua que hay en tí;
que si no puedo escuchar un gran concierto,
me conformo al cantar de un colibrí.
Muchas cosas he deseado,
muchas, con base en la belleza,
pero al final he despertado...
pues solo era un sueño en mi cabeza.
Si,muchas cosas he buscado,
tomando como base la hermosura,
y como la experiencia ha sido dura,
mi buscada constante me ha cansado.
Olvidé que el amor es natural,
sin tanta búsqueda,sin tanta prisa...
mi búsqueda a llegado a su final,
pues hallé todo el amor...¡en la sonrriza!
Autor:Bernardo Arzate
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2012 a las 02:29
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios2
Olvidé que el amor es natural,
sin tanta búsqueda,sin tanta prisa...
mi búsqueda a llegado a su final,
pues hallé todo el amor...¡en la sonrriza!
Gratificante lectura tu bello y hermoso poema amigo Bernardo
Saludos de sincera amistad
Gracias,amigo,por no cansarte de pasar por mis humildes letras.Saludos y amistad.
La vida amigo esta tan llena de enseñanzas,que se le podria comparar con un piano,porque nunca se aprende a tocarlo,un abrazo
Así es David,así es.Hay que aprender para vivir,
y hay que vivir para aprender.
Saludos
(Bernardo).
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