Llegado el momento en que nuestros horizontes se cruzan,
Mi alma se encuentra nuevamente con su igual,
Y un manantial de emociones y sentimientos emanan,
Que se manifiestan con un beso anormal.
Porque detrás del común acontecimiento físico que aparenta,
Ilimitados e innumerables pensamientos e incertidumbres emergen,
Cuales acostumbran a surgir a menudo en la tormenta,
Que solo la madurez y la expresión sin piedad abaten.
La delicada línea que sus labios trazan,
Acostumbra a arquearse sin mesura,
Ella arrincona a mi presencia los motivos que la enderezan,
Porque sabe que en mi ser no encuentra menos que ternura.
En equiparable escenario me involucro últimamente,
Ya que mis proyectos se indefinen a raíz de su incertidumbre,
Pero ambos somos conscientes del invaluable tiempo del presente,
El cual se encarece a diario desde aquel septiembre.
La única seguridad que prevalece desde el inicio de esta historia,
Es lo permanente que deseamos permanezca nuestra unión,
Que por más longevidad que acuñe nuestra memoria,
Jamás se vea consumada nuestra relación.
Llegado el momento en que nuestros horizontes se cruzan,
Mi alma se encuentra nuevamente con su igual,
Si en el futuro nuestros destinos se abrazan,
Seamos pareja o amigos es meramente banal.
César Menchaca Luna
- Autor: menchacacesar ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2012 a las 20:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
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