Te miento si te dijera que bebo café,
pero cuando no estás lo hago.
Escucho el crepitar de las gotas en la terraza,
el atril se mueve, cae mi obra.
Un trueno, otro, relámpagos,
cristales entumecidos,
y bebo café sabor a olvido.
Me sabe salado como tu cuerpo,
cierro los ojos,
recorro tu abdomen, tus manos,
Eso de amar es una estupidez,
me digo, por que recuerdo tu odio
y el mío.
La década de nuestro amor fue un martirio,
fuimos objetos de momentos inesperados
que de una u otra forma nos separaron.
Me has olvidado, dices,
y que yo lo he superado,
pero en días como estos,
no te miento ¡cómo te extraño!
Tu aliento,
tu cuerpo Junto al mío,
tus labios rojizos.
Se me acabo el café
déjame servirme un poco más,
Para poder continuar…
(Tú sabes que el café para mi es droga y soñarte vicio)
Te pienso
y me encanta pensar
que me extrañas.
Y te veo,
alguna que otra vez,
mi mente es dura,
pero mi corazón cae,
a veces el tuyo parece sonreírme.
Somos amores terminales,
hechos hasta morir,
sé que siempre te quedaras aquí,
y siento que es lo mismo en ti.
Pero por alguna razón,
nuestros caminos se unen en diferentes
dimensiones.
(Se quebró la rama que da por la ventana)…
Es del árbol que sembramos;
hoy está herido.
Bueno quizás deba tocar la guitarra,
porque ya siento frío.
quiero cantar la que un día escribimos.
Siento frío,
frío de ti, amor,
hoy te lo digo.
Camino al cuarto, está vació,
el escritorio donde siempre te veía estar
se ha empolvado,
y en la ventana se oye tu adiós.
El cedro del jardín trasero
ha dejado de dar su olor,
y mi guitarra pide a gritos tu voz.
Bebo café,
pero te bebo a ti,
lo sé bien.
Mis días son rutinarios,
es octubre , se han desnudado
los árboles, y yo me he sumado.
(Parece que dejó de llover)…
He puesto un bossa nova,
queriendo recordar tu piel,
he enmarcado tu fotografía,
la he puesto en el cuarto de estudio,
y ahí; ahí yo te estudio.
He ordenado las cosas por si regresas,
la chimenea tiene leña,
y mi guitarra favorita esta en el aparador,
y mis notas en la libreta.
Estoy soñando más allá de mi realidad,
es culpa mía, no lo creo,
si no del café que dejaste olvidado.
Ya ha caído la luna,
he hablado de ti hoy lo suficiente,
he bebido café amargo, granulado
Y si un día me preguntas,
Te diré yo no bebo café.
(Pero cuando no estás lo hago).
(Me tomé 2 tazas de café recordando el ayer.)
- Autor: Marner (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2012 a las 02:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, adolfo casas c
Comentarios3
Hermoso poema, me gustó demasiado la estrofa... "Te pienso y me encanta pensar que me extrañas", no sé si será cierto (porque cuando hay distancia, todos lo pensamos y eso nos consuela ). Felicidades.
Gracias!!
La década de nuestro amor fue un martirio,
fuimos objetos de momentos inesperados
que de una u otra forma nos separaron.
Gratificante la lectura de tu genial y hermoso poema amigo Karen
SALUDOS Y AMISTAD
Gracias!!
Bendiciones.
Bellas letras mi hermana del alma Karen, deja que lloren las cuerdas de la guitarra mientras en las tazas del café se inunde la nostalgia pareciera que fue ayer.
Un abrazo del alma y del corazón entero mi hermana del alma.
Gracias!!
amigo Adolfo.
Éxito.
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