TU MORADA
Noches inacabables
se ocultaban
entre las encendidas estrellas
de tu cielo
y la delicia cadenciosa
de tu nombre
se esparcía caprichosa
en los rincones
donde todo era inmenso.
De la nada
inventábamos horizontes
donde enmudecían
enmarañados mis dedos
fuimos dueños
y esclavos de unos ojos
chorreantes de presagios,
trastornados de destinos,
húmedos de desvelos.
Ahora soy apenas el sueño
del fuego y la llama,
una condena muda,
el vacío
donde mora tu fantasma.
Eve V.Gauna Piragine
- Autor: Eve V.Gauna Piragine ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2012 a las 04:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gratificantemente bella la lectura de tu genial poema amiga Eve
Saludos y sincera mistad
Muchisimas gracias Hombre de la Rosa. Un beso inmenso.
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