Como una rosa que se marchita, perdió en poco tiempo su juventud y vitalidad.
Como un papel que se quema y se vuelve cenizas, perdió su gracia y se volvió desechable para el mundo.
Pero su espíritu seguía vivo, joven, puro, hermoso y no importaba su edad.
- Autor: Laura Velásquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de septiembre de 2012 a las 19:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
Comentarios2
Vejez es sabiduría., y no lo podemos descifrar...LASTIMA.....buen brevario, excelente diría yo.....un abrazo INSPIRADA....
Con eso estoy de acuerdo, sabiduría en su más alto nivel! Gracias
el ciclo de la vida termina en la vejez, pero la inteligencia y la sabiduría sobre pasan esta última etapa, pues éstas no mueren ni desaparecen...
<3 Estoy de acuerdo ncontigo
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