¿Qué es todo esto? ¿Qué estoy diciendo? ¿Qué es lo que significa? ¿Eso es lo que quería realmente decir? ¿Eso estaba pensando? Uno realmente al hablar no sabe lo que dice, son palabras y frases ya esquematizadas, es como un comodín al que podemos tener acceso cuando lo necesitemos, pero en realidades son palabras inanes, es lo que nos da a entender Ortega en una parte de su ensayo “La teoría de las generaciones” en la cual yo plantare los cimientos para el desarrollo de mis ideas.
Al despertar todas las mañanas uno se ve enfrentado a la rutina de todos los días de levantarse arreglarse de la misma manera todas las mañanas e ir a su trabajo o lugar de ocupación, y eso todos los días, como casi mecánico, ya no pienso lo que estoy haciendo, sino que solo lo hago, no me detengo a pensar, a reflexionar y admirar y disfrutar el momento sino que solo pasa a través de mis ojos, son las costumbre que he adquirido con el paso del tiempo, ha sido así desde que he de ser un niño pequeño, no teniendo mucha certeza de lo que hacia y lo que hablaba, todo lo que ha de hacer uno es lo que veía en sus hogares, lo que hacían sus padres, yo imitaba su actuar ¿Hay mucha diferencia conmigo ahora?.
Lo mismo pasa con las palabras, con lo que decimos, con nuestra forma de expresarnos, nos explayamos de la forma en la que aprendimos, somos hijos de las comunicaciones y padres de lo absurdo. Si uno pusiera atención a lo que dice se daría cuenta que todo lo que dice, en si no dice nada, no son más que palabras, frases prefabricadas disponibles en todo momento, las cuales el receptor capta sin profundizar en ellas, generándose una respuesta o un dialogo generalmente superficial dado su carácter de ser espontáneo y no pensado ni comprendido de la forma óptima, eso es lo que sucede en nuestras nuevas generaciones, ciertamente no en todas, sino en las generaciones hijas de la globalización, del capitalismo, las del mundo occidental. Ortega nos habla de las generaciones y plantea la idea de la diferencia entre cada una de ellas según tiempo y espacio, cada generación es un universo diferente, pero sucesión de uno anterior, siendo las diferencias del pasar del tiempo, las modas, las costumbre imperantes, la situación social, etc. Las que pudiesen diferenciar las generaciones y hacerlas universos distintos, al igual que el espacio y circunstancia; por ejemplo un joven de 20 años de Munich, no tiene la misma vida, no pertenece al mismo universo que un joven de 20 años que viva en la Polinesia, su forma de vida es totalmente diferente y todo eso va directamente relacionado con su forma de comunicarse, con el lenguaje.
Quiero hacer referencia a las generaciones y su relación con nuestra forma de interacción con los demás, en las nuevas generaciones occidentales, la calidad de lo que aprendemos y la desvaloración del conocimiento, sumado a la mala calidad de lo que vemos y escuchamos a diario en la televisión y en los medios, han causado que las ultimas generaciones se hallan ido gradualmente pero cada vez más destacadamente por un mal camino. La caída a la ignorancia y lo absurdo, a lo inane, sería lo más triste que le podría suceder a nuestro lenguaje, y peor aún a nosotros mismos. Esto se hace evidente en las generaciones occidentales debido a los principios y prioridades propias de esta sociedad, como lo estético, lo económico, el comerciar, el trabajar, el seguir las normas, el ser uno con la sociedad. Pues es así como al hombre occidental se le somete y manipula, cegándolo de lo que es verdaderamente importante, vendando a nuestras generaciones de los más hermoso de nuestras vidas, de ser realmente felices, de desarrollarnos y ser nosotros mismo, de ser libres, pues hombres que no saben como expresarse; son hombre que no pueden defenderse.
Despertarme en la mañana y pensar, y darme cuenta de lo que es mi vida, de cuestionarme lo que estoy viviendo, de lo que veo, dudar, pensar soñar, imaginar, saber lo que hago y por qué lo hago, dejemos atrás la pereza de no pensar y de hacer sin pensar, seamos seres libres, liberemos nuestras mentes y emociones, expresemos lo que sentimos, hagamos algo por cambiar, ser autónomo pero siempre interdependiente de todos, somos todos un pueblo, ayuda al que te ayuda y al que no tanto y aun al que no lo haga, ser empático. Todo este tiende a ser muy difícil en nuestra sociedad, en nuestras generaciones, esto no es de ser enseñado, sino que todo lo contrario, saquémonos las vendas de la indiferencia y del vacío de nuestra sociedad y seamos seres libres y realmente pensantes, abrámosle paso al amor y a un mundo mejor.
Fimer
- Autor: Fimer ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2012 a las 02:19
- Comentario del autor sobre el poema: :)
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Despertarme en la mañana y pensar, y darme cuenta de lo que es mi vida, de cuestionarme lo que estoy viviendo, de lo que veo, dudar, pensar soñar, imaginar, saber lo que hago y por qué lo hago, dejemos atrás la pereza de no pensar y de hacer sin pensar, seamos seres libres...
Una genial y bien estructurada esposición de literatura costumbrista novelada por la despierta mente del autor.
Un grato placer habela leido atentamente amigo Fimer.
Abrazo de amistad y afecto literario.
muuuuuuuuuuchas gracias 😀
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.