Sentado en el asiento del vacío
mi vista recela al espacio,
a lo lejos señales prenden y apagan
como señalando un camino profundo,
un manto cubre la luna de seda
la tristeza postrada en el cielo,
la melancolía titila con prejuicio;
hay asientos para recordar
a la luna, el tiempo vuela
y se despide a otra mañana…
Antes solía seguir a la luna
como un tesoro perdido,
a veces ella también me buscaba
como unidos de la espalda,
yo me arropaba con el telar oscuro de la noche
mas frio que la soledad…
Ahora platico con la cobija de la noche,
Y la luna me ayuda a mirar
con una corona de cocuyos para soñar,
el viento le da razón al frio
y a la mesa de noche que cuida de mi sueño…
Ciertamente cuando miro la luna tú estás
sé que desde donde me siento no hay lugar,
pronto me dejarás por un león,
como a quien lo abandona un barco
y mi asiento es el lugar de espera,
oh melancolía! El barco te da razón…
- Autor: amnesiacdaniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2012 a las 20:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 124
- Usuarios favoritos de este poema: huertero
Comentarios1
no es triste tan poco
alegre pero en cierra mucho sentimiento
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