La palabra eterna se hace tan corta en los cascos oscuros de la noche, este minutero enjaulado no sabe a dónde ir, camina como bestia apresada, como la última sombra nocturna en la temprana invasión del sol. Canta un ave lanzas penetrantes, la lluvia arremete como indignos látigos, la rosa que vestía mi ventana decidió partir por pedazos, la brisa extrae sus astillas, tan sinceras como las sílabas del silencio. Teme la noche, mi reloj, temen las aves, la lluvia, las rosas, la brisa… ¡tu! y la vida es una antorcha fría.
LRL
9-10-2012
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2012 a las 17:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez, DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios1
bello poma con gran utilizacion de metaforas.
besos.
Gracias por tus palabras ... Graciaass!!! 🙂
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