"Fin de la maldad". Capítulo final.
Al verse en el suelo, a merced de sus esclavos,
un sentimiento de pánico invadió al Barón,
por primera vez los vio como guerreros bravos
dispuestos incluso a rebelársele al patrón.
Estaba bocabajo y se agarró con fuerza de las piernas
de la niña a la que había intimidado,
aquellas circunstancias se le hicieron largas, eternas
y se aferraba a la niña desesperado.
Con la intención de usarla como escudo
contra aquella gente que a su alrededor estaba,
hizo todo el esfuerzo por agarrarla que pudo
y justo a su lado el padre de la niña se levantaba.
Tomó el hombre una piedra grande y pesada
y con todo el peso la dejó caer en la cabeza del Barón,
de pronto la calma llegó como de la nada
y en el silencio había un clima de tensión.
Habló el padre de la niña. "El Barón está muerto,
que nadie se mueva de este lugar hasta que yo vuelva.
Voy a aquella casa, a hablar con Don Alberto
y que él y su gente este asunto resuelva".
En casa de los Sousa han cesado los disparos,
ya nadie los ataca de parte de Macedo.
Unos porque pagaron sus atrevimientos muy caros
y otros huyeron presas del miedo.
Doña Virginia se recupera con prontitud
y el padre de la niña les llega con la noticia de muerte.
"No crean -dijo ella- que la resignación es mi virtud,
pero no me era difícil imaginar su suerte".
Dos días después Doña Virginia hace llamar a sus benefactores,
Francisco y Alberto se presentan en aquella hacienda,
junto a ellos la gente del Barón, todos sus servidores
y oyen a la patrona cuando pide que se le atienda.
Desde el otro plano Salvius y el coronel también están presentes.
Atentos a lo que dirá la mujer, Salvius está sonriendo.
"Es fácil suponer -dice- cuánta expectativa hay en estas mentes
por todo lo que sucedió y lo que ahora estamos viendo".
Prosigue Doña Virgnia ante la mirada atenta de todos.
Quiero que sepan que me voy, viviré con mis hermanos.
Los voy a recordar mucho de todos modos
y a quienes me sirvieron les bendeciré sus manos".
"Pero no puedo ocuparme yo de esta casa, no puedo.
Ya tengo mis años y mi salud no me lo permite.
Les pido perdón por todo el daño que les causó Macedo,
no es justo que el derecho a ser felices se los quite".
"Por eso hoy he decidido y espero que se me entienda,
entregarte esta casa a ti Francisco, gentil caballero.
Digno hijo del coronel, sabrás atender esta hacienda,
así como para ayudarme a mí fuiste el primero".
"Pero señora -responde Francisco sorprendido,
esta casa es enorme y es su más valiosa propiedad".
"No hijo, -le dice ella- estás muy confundido,
lo más valioso es la luz de la verdad".
"Este amor que veo que ustedes sienten,
un gran legado que su padre supo dejarles,
los ojos de sus servidores nunca mienten
y veo cuánto ellos llegan a amarles".
"Yo a los míos -prosigue ella- también les debo
gratitud, bondad ¿y qué mejor manera de retribuir?
Quiero marcharme y saber que me llevo
la tranquilidad de haber decidido lo que debía decidir".
"Sé que tú Francisco -sigue ella- les darás amor,
tuviste en tu casa el mejor ejemplo para ello.
Tu padre, el coronel, fue en eso el mejor
y su legado hoy es maravilloso, es bello".
"Dame un abrazo muchacho y recibe esta casa por favor,
sé que contigo todos quedarán en buenas manos".
"Llora si quieres Sousa" -dice Salvius, les diste mucho amor,
ahora tus hijos son excelentes seres humanos".
"Nada de lo que ocurrió aquí -sigue Salvius- debe extrañarte,
recuerda que en el pasado, a todo le hallamos la razón,
a esta mujer siglos atrás, en otra parte
por una enfermedad casi deja de latirle el corazón".
"Un doctor para entonces muy renombrado,
accedió a atenderla sin siquiera un pago hacerle.
Al tiempo ella mejoró y aquel doctor que he mencionado,
falleció y a ella no le dio tiempo ni de agradecerle".
"¿Era Francisco aquel doctor?" pregunta el coronel.
"Sí -responde Salvius-, también fue él quien ahora la rescató,
el destino la volvió a poner delante de él
y ya ves cómo esa señora le pagó".
"'¿Quién fue el tío Juan?", preguntó Sousa intrigado,
"El ejecutor de las órdenes de los reyes Ismalia y Juvenal.
Por eso -siguió Salvius- lo encontraron muy calmado
en la noche que vinieron a hacerle aquel mal".
"Tío Juan es un hombre de espíritu elevado
y no trajo odios arrastrados a esta existencia.
Dio consejos sabios a quienes tanto ha dañado
y dejo una huella de amor con su presencia".
Abrazando al coronel le dijo sonriente,
"se acabaron los tiempos de tristeza y dolor,
en un tiempo volveremos y verás feliz a esta gente,
es el fruto de tus enseñanzas, de tu amor".
FIN
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Comentarios9
Ufff, sin respiro, un final conmovedor .
Un beso
Hola, gracias. Se hizo justicia al final, como debe ser. Un beso y gracias por estar.
Genio y figura en tu prodigioso final de la historia que encandila el alma amigo Eros.
Saludos y amistad
Gracias por decir presente en esta historia y en mis poemas, un abrazo.
No das tregua al lector hasta el final. Una historia sensacional que suspende los sentidos en su lectura. Fue un gustazo volverte a leer.
Un abrazo,
Joseph
Ese "no dar tregua" al lector creo que es el deber ser de todo el que escribe, no dar tregua, atrapar al que busca algo en tus letras. Muchas gracias por estar hermano, un abrazo.
Bueno, se acabó el Baron, se acabó su poderío, se acabó su MALDAD!!! Se hizo justicia y cada pieza de la vida se engranó desde el punto de vista de la reencarnación, que dio explicación a los acontecimientos y al actuar de los personajes.
Te felicito poeta, tu pluma es exquisita en ella tienes un abanico ilimitado de opciones literarias y en cada una, de las que te he leído, te luces por todo lo alto, eres lo que en Educación llamamos "alumno integral" quien supera las expectativas del docente. Tú lo eres en este arte de escribir "Poeta integral" superas las expectativas de tu público y de quienes te seguimos como ejemplo e inspiración.
Dios te bendiga y te cuide mucho, abrazos...
Es una historia que me apasiona y llevaba meses planeando hacer mi propia versión en versos y lo hice y ahora me siento orgulloso de ver que llegué con la misma a mucha gente. El esfuerzo ha valido la pena. Muchas gracias por tu apoyo en cada capítulo, desde el comienzo estuviste y hasta el final. Un abrazo y todo mi respeto.
Estas historias que vas moldeando tienen la gracia del eslabón perdido, siempre se viene por encontrar la argolla que falta, logrando un final con chispas gratificantes.
Excelente como siempre.
Un fuerte abrazo, besos.
Me seguiste capítulo a capítulo y sé que me sigues poema a poema, eso lo valoro mucho y lo agradezco en mi alma. Gracias amiga maravillosa. Un beso.
Me veo en la "obligación" de transcribir el comentario de la otra página, porque es lo que me surgió en su momento, ayer, y las espontaneidades son más válidas, el comentario de hoy ya sería más "rebuscado":
Álvaro, hiciste un trabajo especialmente importante, que es bueno, ya lo sabés pero además se ponen en juego tantos aspectos de la realidad, más allá de la esclavitud de esa época. Incluso lo socio-económico, además de toda una filosofía de vida, y de creencias y todo lo que las miserias del ser humano nos enrrostran la Vida tal como es, a veces "gana" el Amor, y otras no. Pero ganamos al leer esta tórrida y bella historia al mismo tiempo. No estuve, ya sabés, pero me puse al día con el resto de los capítulos. Un abrazo, ¿y te das cuenta cuando hablo de las diferencias entre Escritor y l@s que no lo son?
Muymuymuy bueno, y sobre todo se valora el esfuerzo, digo, en el sentido del trabajo, para vos no lo es.
Besos sin cadenas
Estuviste en mi primera historia y estás en ésta, valoro y agradezco tu presencia, tu apoyo y siempre los paralelismos con otras realidades existirán. haga lo que haga eso será inevitable. Muchas gracias Su, sé del esfuerzo que haces para poder estar. Un beso.
Te agradezco que lo sepas...
Hermosa historia donde resaltas la rencarnación que a muchos no les gusta oír y se destaca la causa y el efecto si no fuera así, entonces DIOS seria un malvado, pero sus caminos son perfectos y las almas vienen y van hasta culminar su estadía en esta tierra de karmas donde hay que pagar cada átomo de maldad y recuperar cada átomo de bondad Nada se pierde en el ojo del tiempo lo que se hace se paga en esta vida y en la otra muy hermosa la has llevado con mucha elegancia en rima y redacción, que no es nada fácil, con mi cariño de siempre
Gracias hermana, estuviste y estás en mis letras y eso es un honorazo para mí. Dios te bendiga, un beso.
Muy bello final... Sin duda esta bello que haya hablado de la reencarnación... Muy chido chevere excelente! Me atrapo hasta su final, un abrazo me encantó!
No me arrepiento de ver leído 18 poemas (capítulos) de está historia maravillosa, me queda claro que eres tremendo poeta y escritor, relatar una historia y hacer sentir los personajes, solo una pluma de escritor, es una historia que con gusto volveré a leer, me encantó, Álvaro, abrazos y besos
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