UN CUENTO SOÑADO, CON EL DEMONIO Y LOS CIELOS

¿Quién me está hablando en la sombra?
Quizás asalten y me roben el dinero
¿Decirme quien sois y dar la cara?
Somos los ángeles del gran infierno
¿Y qué me queréis hacer sin cara?
Somos sombras invisibles sin miedo
¡Miro detrás de mí y no veo nada!
Los espíritus buenos y malos son eternos
Pues entonces clavarme la espada,
Que ya en la vida he vivido, entierros
Así qué i venís a por mí sacar la daga
Pues sin lucha no entrare al infierno
¡Dude ante todo en un segundo de nada!
Y me ofrecí a viajar con ellos sin miedo
Desde entonces vivo sensaciones en calma
Aquí en el infierno se pasa sin aburrimiento
Pero he escuchado que el Señor me reclama
Y el demonio general me ha comentado esto
Pues si, quiero huir al cielo de vida eterna
Y vivir en el paraíso de Dios, que es el cielo
No podrás escapar de esta gran taberna
Donde vivirás y que eres demonio y muy malo
¿O es que después de disfrutar de tu estancia?
Ahora quieres huir como un Ángel insensato
No es así mis sensaciones en están en alza
Y unieron ser un ángel discípulo de lo sagrado
Huir sombras malignas de mi y de mi casa
Que yo soy cristiano desde siempre no renegado
Apresar el alma de Modesto, que se nos escapa
Y entonces desperté de este sueño aterrorizado
Y grite mirando al cielo de mi techo, no pasa nada
Sólo ha sido una visita del infierno condenado
Así qué note aterrado unos golpes en mi espalda
¿Quien sois hora que estoy despierto, he reclamado
Y una voz de un ser invisible, me dijo no pasa nada
Soy un ángel de Dios que viene a regalarte un mando
¿Y qué hago yo con este mando?
Cambiar de canal cuando los demonios, visiten tu alma
Y ahora vivo tranquilo sabiendo que desde el cielo
Vigilan mis sensaciones hasta cuando estoy entre sábanas
¿Quien me está hablando en la sombra?
¡Nadie Modesto somos tus amigas, solo somos almas!
Que te traemos un mensaje, tú irás al cielo cuando te vayas
Gracias almas amigas os saludo todas las noches desde mi cama,
Dicen que los sueños, sueños son, en la tierra y donde vallas.

Modesto Ruiz Martínez/jueves, 11 de octubre de 2012                                      Enviado desde mi iPad