Una sutil intimidad evapora mi juicio
Vuelvo a la cuna de aquellos tiempos
Duermo en las calles de aquel niño
Moribunda de tanto deseo
Escolto sus pasos en la penumbra
De una clave misteriosa
Que ni siquiera su astucia
Pudo nadar en mis olas
Ando a la caza de un instante
Que se me ha vuelto cenizas
Ya que al salir a buscarle
Resbalé con sus heridas
El chaval que entonaba poemas
Amparado en su guitarra
Ha cambiado las quimeras
Por la más triste nostalgia
Yo me recuesto en el borde
Del filo de su navaja
No me quejo por el corte
Más me duele su arrogancia
Yo siempre fui la imprudencia
El se enamoro sin saber
Que mi estúpida conciencia
Frenaba el curso de querer
Voy galopando en la tormenta
Detrás de sus vastos diluvios
Reclamo una noche serena
Y un sentimiento profundo
El solo tiembla en mis manos
Lloriqueando en sus retinas
Tatuado en su piel un pasado
Es más fuerte que mi vida
Me culpa su eterna mirada
Hoy ha vuelto a renegar
Las dos sinceras palabras
Que me dijo al despertar
Le quiero debo confesarlo
Ya no es el chico que ame
Ha cambiado con los años
Más sigue intacto su ser
La crueldad cubrió el espacio
Que tan vacio dejé
No obstante sigue cantando
La copla que le enseñe
Puede nublarse la vereda
Que me enfila hasta su amor
Tal vez mañana no llueva
El seguirá en mi corazón
Me duele amar su ingenuidad
Me asusta honrar su picardía
Tengo claro que al final
Triunfara la fantasía
- Autor: Olivera Dayana ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2012 a las 01:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 96
- Usuarios favoritos de este poema: DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios1
Amigo,el amor es para soñarle y vivir sus fantasias,aunque nos toque a veces el olvido,bellas letras,abrazos
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