Invítame al trance orgiástico
¡Oh, hermosa dama de ojos negros!,
crea en mí un templo aromático
de sublimes placeres vanos
Golpea mi alma, golpéala:
Caldea mi corazón frío,
y eleva mi mente más allá del hastío,
Golpea mi alma, golpéala
Poséeme hermoso ente, entra en mí y poséeme,
cual demonio que se agita entre cuerpos,
buscando oscuros placeres sórdidos.
Poséeme hermoso ente, entra en mí y poséeme
Rubí, misteriosa reliquia, eres tú rubí
escondida entre flores marchitas y sentimientos pétreos,
ven y deslumbra mi alma aletargada por la aguas del Leteo.
Rubí misteriosa reliquia, eres tú rubí.
Áureo, como el sol en el ocaso, áureo
es tu mirar entre las penumbras de mi nostalgia,
tratando de recordar cómo es tu esencia.
Aureo, como el sol en el ocaso, aureo.
Belcebú, inmundo ángel oscuro, Belcebú
lleva a mi amada de la mano hacia tu morada
e instruye su corazón con tu sabia lengua pérfida.
Belcebú, inmundo ángel oscuro, Belcebú.
Golpea y posee mi alma,
¡Oh hermosa dama de ojos negros¡
Rubí, áureo Belcebú que aclama
los sublimes placeres vanos
Y ahora, invítame a tu templo aromático
¡Oh! Hermosa dama de placeres vanos,
crea en mí un trance orgiástico,
y piérdeme entre tus sublimes ojos negros,
ElMaeseVite
26 de mayo 2006
- Autor: Alfonso Vite (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2012 a las 22:34
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema que hice hace tanto tiempooo atrás¡¡
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: Tejedora de versos
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