DEVENIR

DEVENIR

Voy a internarme noche adentro 

Hasta encontrarme con tus sueños, 

Y es por la senda luminosa 

De tus ojazos que mi vuelo

Emprendo raudo y ya presiento

Todo el barullo de tu anhelo.

Tu vida es ya, y ya la vives,

Y haces con ella lo que quieres,

Creces y creces en lo que haces

Y nunca paras de crecer,

No obstante sientes que no eres

Lo que en verdad quisieras ser:

Un ser viviente en el presente,

Un ser negado ante el pasado,

Un ser que vibra, brilla y siente,

Un ser que todo lo ha probado,

Empero claro y bien comprende

Que apenas hoy ha comenzado

Porque el ayer es cosa muerta

Y aún el futuro no ha llegado,

Ni llegará porque el mañana

En el presente estará anclado.

Voy acercándome a tu alma,

Constelación donde cintilan

En locos vórtices bullentes

Como revuelo de luciérnagas

Los eseyentes delirantes

Que en tus febriles fantasías,

Ves cual lejanas utopías

Por lo sublimes y distantes,

No viendo bien que son instantes

Los siglos, años, meses, días

Que nos separan y nos unen

Del punto origen y el final.

Y mientras más inmerso estoy

En el fanal centelleante

Del hondo arcano de tu ánima,

Oteo más claro tus anhelos

Y te vislumbro más lejana

De lo que en tiempos idos eras

Porque el vivir a la cimera

De los saberes te ha elevado

Y anhelas ser ancestro alado

Para llevar de tu genética

Hacia adelante la heredad,

Qué hora tras hora va llegando

Por las vertientes de tu sangre.

Es la potencia de un ser nuevo

La que te aleja de la muerte

Y te hace fuego en el vivir,

Y es la sinergia de tu ser

Con el ser fruto de tu ser

La que te hará reflorecer.

Y veo más de tus anhelos:

De aquella antaña y loca vida

Que en procelosos devenires

Se disipaba sin razón

Y sin aportes al vivir,

Aguas arriba retornando

Vuelves al punto de partida,

En pos del límpido hontanar,

No porque vuelvas a ser niña,

Sino mujer enriquecida

Por la experiencia y el amar.

Y vuelves hacha luz y brújula

Para enrutar a la que viene

Por los caminos de la vida

Que nunca son como se miran

Sino cual quiéralos hacer,

Porque la vida es lo que haces,

Mas no lo que ella de ti quiera

En sus azares hacer ver.

Y vas, anhelos persiguiendo,

Sin declinar en tus propósitos,

En tus saberes ascendiendo

Hasta lograr tu pensamiento

Sea el dador de tu sustento,

Porque quien da la vida entera

Para que otros llegar puedan

Donde llegamos y aún más alto,

Bien se merece que la vida

La viva en paz en la tranquila

Simplicidad del tiempo ver

Sobre el espacio decrecer

Mientras se crece en armonía.

En los undosos cintilares

Que hacen de tu alma flor de luz,

Crece la imagen de soñares

A los que anhelas acceder,

Y ves tú ser en lontananza

Y en derredor de ti el amor

De flor vestido y arrullado

Por los trinares del vergel

Donde estará bajo las nubes

Y sobre todos los colores

De la montaña generosa,

Esa casita donde en paz,

Serena y dulce vivirás

Siempre a la espera de tu sangre

Ver a tus brazos retornar

FERNANDOCARDONAKARO