Me quedo su cuerpo ardiente grabado cual casette en mi memoria.
Sus besos me dejaban sin aliento.
Sus manos eran dueñas de cada centímetro de mí ser.
Y su risa, oh, su risa era la puerta al paraíso de su alma.
Que acompañada con sus ojos te llevaban a la gloria infinita.
Me quedo el anhelo de volverlo a ver.
Y de sentirme suya otra vez. Aunque fue fugaz nuestro encuentro.
Ni aunque pasen mil años se borrara, lo que el con besos, escribió sobre mi piel.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
AUTORA: ORIANA RAVELO.
- Autor: Oriana Ravelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de octubre de 2012 a las 16:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 144
- Usuarios favoritos de este poema: ☼ G U E R R E R O ☼, Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios5
El amor tiene eso, no es el tiempo , sino la entrega, lo que deja marcas en el alma .
Un placer leerte querida Ariana, cariños
que hermoso sentir
besos
ay amores
Intensas, pero sutiles letras en el lienzo de la pasión, siempre es un inmenso placer leerte, querida amiga.
Cálido abrazo.
ORIANITA....o no habías escrito o a mi me había pasado de noche., pero no te había leído......Bello poema., tan lleno de ti....saludos
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