NOCHE EN LA CIUDAD
Cae pesada la luz sobre la barra.
Coca-cola y coñac, monocorde mansedumbre,
hastiada por deseos chispeantes de estrellas,
milenarias,
remotas,
tristes,
insondables,
que esperan, escépticamente firmes,
la mano que abrace sus caderas cristalinas.
Una pícara mirada.
Una mujer.
Una fugacidad en la noche,
atiborrada de humo y densa luz de neón.
Una sonrisa.
Un guiño.
Un desvanecimiento en el fondo de un equilibrio.
Momento indeciso.
Una huida.
Vuelve soledad.
De barra en barra.
De gesto en gesto,
cada vez más gris,
ingrávido,
altisonante en el yo más epidérmico,
se piden vasos con néctar de vida.
Puede que se hable, balbuceando, seguro,
en el ámbito capsular de la blanca,
negra negrísima,
mate,
adormidera.
Sentado y en pie,
sin reposo alguno
en lo demás.
-En el antojo
de un instante-
Un cuadro.
Unos ojos.
Una expresión.
Un fugaz pensamiento.
Una tristeza lúcida.
¡Qué sé yo!
Una mancha trepadora......
Luego, la cama y el sueño alcoholizado.
Se diluyen los recuerdos tras los párpados
como pérdidas alcanzables al día siguiente.
(Kabalcanty. 1992)
- Autor: Kabalcanty (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de octubre de 2012 a las 18:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 314
Comentarios2
Un trabajo excepcional, tiene el mágico fervor de la poesía, realmente me encantó. Un saludo cordial.
Mi agradecimiento, Carlos. Un abrazo.
bello pero no me gusta esa parte
del alcohol ninguna tristeza merece
que dañes tu salud
Muy agradecido, Mariarl. Salud, belleza, poesía...... muchas veces no son compaginables. Un saludo.
he chale ganitas
todo se puede
combinar con amor
besos
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