Irrupiendo la quietud..

Hermosa alborada, que en cada alba atrapas mis sueños,

Sueños, que en cada aurora ambicionan ser el único eje de vida,

En este día, las auras se asientan y se empoderan del tiempo y dejan en lo recóndito de la lejanía a la tormenta.

Nuestro sendero se augure días plenos, como aquellos días de nuestra niñez,

Recuerdos, cuando una simple sonrisa, robaba de mí ser un tierno sentimiento de amor,

Amor impío, resplandeciente que a cada paso que daba añoraba que los días futuros, sea una realidad finita de puro amor en todo el sendero de la vida.

Extasiada quedé por unos instantes, cuando vi en mis sueños aquellos recuerdos, y como si fuera la vivencia dulce de nuestra niñez.

Sin embargo hoy, los preámbulos de los paros, marchas y protestas irrumpen mis sueños.

Aquellos momentos de nuestra niñez, que se regocijaban por correr a los templos de estudio, hoy se hacía un alto, quedando anclado los sueños.

Alto, un paro a fuerza, pues en minutos su sed de saber más es atrapado por los paros y bloqueos, de las mil esquinas.

Irrumpiendo la quietud de las calles, pues sólo al amanecer y al promediar el medio día se observaba las calles no expeditas por la proliferación de los motorizados…

Pues con otra mirada, hoy los vehículos quedaron a un lado, pues la congestión de las calles, no se debe a los transportistas,

Los transportistas quedaron varados, pues los marchistas se empoderan de las calles paceñas,

Calles paceñas que de por si, en su emblema remarca paz, paz que no existe en nuestros días… 

Más permitir debo, que aquellos ideales se empoderen de mí, para estar embelesada con la calidez del astro sol,

Hoy en mi senda quiero hallar esa dulzura de la magnificencia pura llena de amor,

Dejando de lado y esperanzados de que los días futuros serán mejores,

Mejores porque habrá un cambio.

Girará la oscuridad para dar luz, paz, ternura de amor por días mejores,

Días repletos de alegría y regocijo, porque los días buenos se empoderarán del tiempo.

Tiempos mejores porque se engalanará lo sobrenatural del verdadero cambio de paz.

Será un deber tuyo y mío exigir que lleguen las épocas de concordia signo de amor por la vida.