Hoy encontré un gusano negro en la acera,
iba desnudo, bailando, sin poseciones,
yo estaba llorando lo perdido,
lloraba por los actos, las consecuencias,
y el gusano existía simplemente,
había en él la misma vida que yo tengo
la vida de las plantas y los vegetales,
entonces el soplo de los autos,
y las velocidades sonoras, los rieles,
las piedras puestas a propósito,
me rodearon en un punto sólido
en el centro de mi pupila quemada
y mi dolor se concentró en mi espalda,
a la altura de donde habrían de estar mis alas,
y un vació de heladas paredes recién construidas
tomó mis brazos, mis músculos, mi sangre,
haciéndo que mi cabeza golpeáse con la vieja ventana
haciendo que mi boca se abriése como una cáscara,
para suspirar en silencio, en secreto, la memoria,
saber que los gusanos nacen sin ganancias, sin equipaje,
y yo porque lloro? porque me aflijo?
si no tengo nada mas que mi alma,
y es lo que más temo perder.
- Autor: Eduardo T. Isleño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2012 a las 02:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 152
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Querido poeta, que placer es para mí volver a leerte aunque en tus letras siempre percibo un dejo de tristeza, y vuelvo e insisto, no declines en tu pasión por la poesía, lo hacer verdaderamente bién.
Un gusto adentrarme en tu espacio y disfrutar de tus letras
Saludos
Muchas gracias, le agradezco su interés en mi poesía, seguiré adelante.
Como dice Winda tienes gran destreza para escribir poesía o lo que quieras amigo Eduardo T.
Grato placer haber leido tus letras
Saludos de sincera amistad
Saludos hombre de la rosa, gracias por su comentario.
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