Existía y deambulaba en un mundo blanco y negro,
Donde la escala de los grises era notoria en el firmamento;
Vagaba sin esperanza, sin fe, ni ilusiones,
Donde caminaba descalzo rumbo al túnel del Seol.
El Hades me abría sus puertas oscuras y frías,
Mientras las legiones de las tinieblas seducian mi alma triste y abatida.
Pero algo sucedió, el tiempo se detuvo,
Empecé a ver una batalla con espadas entre dos bandos, el negro y el blanco
Fuego gris salían de sus armas cuando se rosaban,
Eran las guerras mentales entre los ángeles y demonios que se libraba mientras yo agonizaba.
La legión de ángeles con sus vestiduras blancas ganó,
Mientras que el perdón de Dios intentaba resucitar mi alma.
Vi una cruz abandonada, ensangrentada,
Una corona con espinas arrojada en el borde del madero.
Cuando de un momento a otro empecé a ver colores que se desdibujaban en mi cuerpo;
Uno de ellos fue el rojo, cuyo significado era que la sangre de Jesucristo me limpiaba, me transformaba, me daba visión, fuerzas y esperanzas.
Mi mundo de blanco y negro se transformó.
Jesucristo me liberó,
Ahora veo los sinfónicos colores de las mariposas, caracoles y camaleones.
Veo su legado en la cruz y entiendo que por ti Jesús es que hoy veo la luz.
Jesús, Jesús, transformaste mi oscuro valle en un jardín colorido y resplandeciente.
Derechos reservados: Iván E. Velandia L.
- Autor: Lord VanVle ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2012 a las 10:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 463
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Bellos y hermosas metaforas en geniales pensamientos poeticos amigo Ivanvelandia3
Gratificante lectura tu genial poema
Saludos y sincera amistad
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