No creas. Yo también sufro. Sufro cuando no te veo. Y cuando no sé de ti. Cada que te ausentas, cuando no me hablas. Sufro porque sufro, Cuando aquí no estas . Extraño tus dedos, tus ojos, tu cara. tu voz, tus miradas, tu charla trivial. O el paso de un gato en la madrugada me trae tu recuerdo; tus formas de andar. Sufro por saberte lejana, ausente, dormida, llena de tristezas por un mal amor. Y temes a veces entregar tu alma a este viajero que un día volvió. Volvió en la noche, llego de la nada. torno con la brisa del inmenso mar. Viajo entre las olas, contra las borrascas. Buscaba tus costas, tus remotas playas. El seguro puerto de tu libertad. Armando Cano. 22/X/2012.
- Autor: Armando Cano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2012 a las 21:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
Comentarios2
que bello amor el de ese viajero
Precioso poema. Siempre un gusto leer.
Saludos fraternos.
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