He visto mi vida extenderse disimuladamente
Como un violín agudizándose con lentitud
Vi que soy parte de este planeta vivo
De esta naturaleza viviente; del ecosistema.
Mi vida está en los pájaros de la tarde,
Los que nunca se sabe a donde van,
En los arboles lejanos que nunca nadie ha tocado;
Mi vida nace con las flores que nadie planta
En la hierba donde los niños juegan
Estoy en lo azul y en lo blanco del cielo
En las nubes que andan y se transforman
En lo gris de la tormenta del humor cambiante
Estoy, está mi vida en la tierra negra, en el lodo,
Mi vida se reparte en sonidos de aire
En hojas incortables, en insectos laboriosos,
Está mi vida en el musgo de los arroyos
En los nenúfares tiernos, los lirios, los tulipanes,
Miro que estoy entre el agua y sus palabras repetidas
entre la lluvia y su hermosísima estática,
entre sus murmullos, estoy, está mi vida,
estamos todos, porque todos pertenecemos a la misma vida
la misma que nos mantiene bajo este cielo.
- Autor: Eduardo T. Isleño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2012 a las 02:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 297
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Winda, Sara (Bar literario)
Comentarios2
Muchas metaforas desaguisadas que ensalzan un pensamiento atormentado por la vida amigo Eduardo
Gratificante lectura tu verso
Saludos y sincera amistad
Me encanta la profundidad de tus letras en las cuales me identifico plenamente, aprecio mucho tu estilo metafórico de plasmar tus versos.
Te envío un cordial saludo querido poeta, que tengas excelente día
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