Cuando aquella chica me miró a los ojos me di cuenta de que éramos iguales. Pero en el almuerzo ella era tan amable que yo no podía parecer un flojo. Allí ella se me acercó con su silla y me dijo.'' Tienes blancos los dientes.'' Yo le murmuré.'' Deseo morderte.'' y le puse mi mano en la rodilla. En la ventana caía la lluvia, a ella se le aguaron los ojos y me regresó la mano... Esa tarde la vi con su novia.
- Autor: Karel Calixtro ( Offline)
- Publicado: 27 de octubre de 2012 a las 15:11
- Comentario del autor sobre el poema: Esta historia sucedió hace años.Mañana si nuestro padre celestial lo permite,les traeré una historia más extraña.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 46
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