Choqué y me hicieron chocar muchas veces ante un muro,
aún así no derramé ni una lágrima...
Pero eso no me hizo más fuerte.
Lo que me fortaleció siempre fue que sabía que Dios nunca me abandonaría.
Dios es mi Comandante
y yo su fiel combatiente.
- Autor: Martin Ruiz Díaz Díaz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2012 a las 09:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 175
- Usuarios favoritos de este poema: Martin Ruiz Diaz Diaz, ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios3
Magnífica proyección de sentimientos. Sin dejar de lanzar ese corazón de soldado, expresas simultáneamente una cálida sensación de agradecimiento que cautiva. Gracias amigo, me gustó mucho. Eres muy sensible.
Hermoso corazón de guerrero tenéis, querido amigos.
Bello sentir plasmado.
Saludos.
Dios es mi Comandante
y yo su fiel combatiente.
Excelente final!
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