Cuando me miras como dardo,
en la piel enterrado,
tu rostro libera un luto ahogado
en brutal armonía.
Y ha ojos secos,
te llueve ironía.
Cuando me abrazas bordando el silencio
y en mi cintura labrando tus horas,
tus brazos son templo intacto en la tempestad lacrimosa.
Y en ellos me enseño a rezar,
para que mis miedos...
No te puedan dañar.
- Autor: ella esta sola (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2009 a las 05:17
- Categoría: Triste
- Lecturas: 537
- Usuarios favoritos de este poema: Raúl Daniel
Comentarios5
Realmente muy bonita poesía. Felicitaciones. Un cordial abrazo. Ruben.
Poema desesperado y lleno de arrepentimiento en el ultimo verso.:
"... me enseño a rezar, para que mis miedos no te puedan dañar"
Ternura que no es compatible con:
"digan algo malditos mudos.!"
No somos mudos, sino escribientes que a veces el tiempo no nos acompaña.
Te tendre presente.
Cariños
Lena
Siempre que leo tus poemas me parece que un sentimiento queda flotando en el aire. Es como si fuese tenue y fuerte al mismo tiempo. Como si pudiese romper todo o si fuese a desgarrarse al menor rasguño. Pero de cualquier forma tengo que admitir que es impresionante. Cuando los sentimientos adquieren forma o en su forma difusa perduran, algunos lo llaman poesía. No es la unica que existe, pero es a su manera muy bella. Por favor, cuando lo sientas continua escribiendo. Gracias por compartirlo.
me encanto este poema
Me gusto tu poema, pero y si no se rezar ya me amole...ja ja felicidades.
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