Lo que me ha dejado la vida
El vecindario duerme
bajo la tenue luz de la luna,
en calma se queda mi calle,
a lo lejos un perro aúlla
y la melancólica música de la soledad,
ensordece mi alma.
En silencio se van desvistiendo
mis viejas llamas,
mientras navego en un mundo real,
donde la paga por ser viejo,
se cobra cada día,
con un sobre lleno de recuerdos.
Una y otra vez,
la fría noche me cubre con su negro velo
y vuelvo a pensar en los tiempos,
en que el verdugo de la ausencia,
no era mi dueño.
Hay un escalofriante silencio
en mi cuerpo,
que hasta escucho mi lento respirar,
y creo percibir,
el afligido meditar de mi canoso pelo.
Mis ojos llenos de desaciertos,
se hicieron amigo de un viejo televisor,
su sonido me es tan familiar,
que hasta cuando descansa
este viejo cuerpo,
me acompaña,
para no sentirme como una marioneta,
de la soledad perversa.
La vida sólo me ha dejado,
un ramo de hojas secas,
del rosal sólo las espinas
y del amor,
un ramillete de besos muertos.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de noviembre de 2012 a las 09:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 116
- Usuarios favoritos de este poema: omu, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Bello!!
Que manera más explícita de evidenciar la contundencia irrefrenable de una realidad.
Llegados ahí...no vale la pena andar contando el grueso o fino del libro que nos queda por leer; solamente cabe ser diestros a la hora de degustar aquello que venga y reste.
Un abrazo; placer leerte.
Preciado y bello poema amigo Marco
Un placer leerte
Saludos y amistad
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.