UN CUENTO QUE HA SALIDO DE MI ALMA, DE UN MENDIGO QUE QUISO SUICIDARSE Y MILAGRO LO HIZO OTRA VEZ ENCONTRAR, LA VIDA SANA

Un día un hombre al despertarse Empezó a pensar en que no era nada,
Que no se merecía vivir y quiso suicidarseSe fue a un precipicio y cuando miro 
La altura que tenía, le dio miedo tirar sequé le preguntaba ¿Porqué quieres morir?
Y asustado porque no sabía de donde era la voz Y seguía hablando con palabras el invisible Era una vos de mujer, sensible en su diálogo Al final se fue corriendo de aquel precipicios decidió no pensar más sobre la muerte Resulta que era la voz del ángel de su dominio Del recluta que Dios le puso para protegerlo caídas depresivas ya que la vida es hermosa Y no hay que tener esos negativos pensamientos, Él hombre vivía solo y lleno de pobreza viciosa Y que no tenía nada para llenar el hambre de su sombra Y un día se le arrimó un animal, un perro vagabundo se hicieron amigos, él animal con su mirada detectaba En aquel hombre que vivía errante, como él, que fue abandonado Él hombre aquel de este cuento tenía la cicatriz de la miseria, En todo su semblante una eterna amargura arrastraba su penar Resulta que fue muy rico y el juego lo absorbió y perdió su dineral Y su familia lo hecho de su hacienda, al no tener solución El equilibrio emocional que le causaba el maldito juego, de máquinas Dé monedas y lo perdió todo, siempre hay que huir del juego La ludo Patía es una enfermedad que te absorbe hacia las ruinasen general, había una niña vecina de la cueva donde vivía El hombre con su perro y le ofreció comida y la tomaron Cuándo se enteró su madre le preguntó a su hija ¿Que te pasa Susana? Y le contó que en una cueva cerca de allí había un pobre y supero Y no tenían para comer la madre se quedo perpleja de la acciones su hija Y le preparó un desayuno para que se lo llevara al hombre de la cueva La mujer era viuda unos tres años y no sabía atender la tierra Y el ganado de su granja y esto se lo contó la niña a sus amigos El vagabundo y su perro amigo y un día hecha doble valor Se acerco a la casa para hablar con la mujer y decirle Que si lo contrataba para ayudar en las tareas de la granja, Sólo a cambio de comidas cobijo en el pajar y la mujer cedió El mendigo trabajaba sin descanso y hacia su trabajo perfecto
Cuando pasaron unos meses la buena mujer lo invito a comer en su mesa entablaron una amistad más cercana, el semblante del mendigo Fue cambiando tanto para bien que salió de las depresiones y se sentía Muy feliz una noche subió la mujer al pajar para darle un vaso de caldo Para qué soportara mejor el frío y le dio las gracias con una voz cálida Y de pronto se transformo la amistad de patrona al darse un beso Y se enamoraron mutuamente con la limpieza del bien y sano amor la hija le dijo a su madre ¿Mama porque no se casáis? Y así seremos una familia de nuevo, la madre le respondió a la hija que jamás olvidaría a su marido, pero que se sentía cada día más atraída por aquel hombre que fue mendigo y ahora parecía un galán, el trabajo Y el alimento lo transformo de nuevo y al final cuando pasaron dos años Se casaron y todo cambio para la madre y la hija y aún más para aquel hombre bueno que se olvidó del juego ya que manejaba dinero y no lo malgastaba y así termina este boceto de cuento, de un hombre que uso tirarse por un precipicio y al echarse para otras con la ayuda de la voz Invisible y casi in querer con la ayuda del perro y después de la niña Qué lo rescato sin darse cuenta a la vida normal, más lo que pasó
Con él y la madre que viendo como era aquel hombre humilde y bueno
Se casó con él y le cambio la vida. A los tres y la granja daba frutos para comer y vender así que el milagro del mendigo y su nueva familia Convirtió a un hombre perdido del mundo normal estabilizando Una maravilla de amor en su conjunto volviendo otra vez a ser rico ya que la granja daba muchos frutos y pusieron una tienda y les fue de maravilla, Y es que a veces cuando estamos en las últimas y nos convertimos en mendigo, hay salida con la suerte del cielo y aquella niña preciosa llena de bondad, que sin querer cambio la vida de su madre y ella Y la del pobre mendigo, gracias Señor por este argumento, que dibuja este humilde cuento de Modesto.

Modesto Ruiz Martínez/domingo, 04 de noviembre de 2012     
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