Un café y un frappe.

El café de la mañana... en mishky... deja lugar para hacer poemas... deja lugar para hablarte, para pensarte y soñarte un poco más, sorbo a sorbo, empiezo a embelesarme y dejarme llevar por la pluma y escribirte un verso.

La delicia del café, exalta el corazón a latir un poco más fuerte por ti, y hace sentirse más joven, recordando el sabor de tu labios por la tarde, hace recordar, lo delicioso que es pasar a tu lado un momento.

Y un frappe llega siendo lo ideal, al pasear contigo en la mañana, y apaciguar el calor del medio día, y ver en tu rostro tu hermosa sonrisa... sin decir más mujer tu también tienes aroma de café.

El gusto no pasa, y el ultimo sorbo de este café de la mañana en el mishky me hace saber que te debo esperar, pero por ahora debo volver a trabajar y tal vez luego en mis sueños y tragos de café volverte a encontrar.