La respiración acelera y puedo ver como el pulso se agita. Tiemblan las manos y la mirada no enfoca bien. Hay un pañuelo en mi mesa que está empapado y la tos se hace cada vez más constante. La mañana aparece fuerte y la ciudad pita demasiado, se recuerda este amanecer de aquella jornada, aquel salto, aquel doceavo piso, aquella terraza, aquella triste decisión.
- Autor: Diego Ramírez Iriarte (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de noviembre de 2012 a las 18:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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