El pobre viejo moría
Pidiéndole a Dios clemencia
Que al terminarse la vida
Nos remuerde la conciencia.
Y se acaban los rencores
Ante lo desconocido
que acrecienta los temores
ya lejos de lo vivido.
Total ¿para qué ?, pensaba
Si ya no existían oídos
para escuchar lo que hablaba
Hace mucho se habían ido.
¡Qué poco me visitaban ¡
Yo ya les dejé mi herencia
Y un dia vi que me llevaban
A esta triste residencia.
Viendo sonrisas ficticias
Juegos tontos con papel
Hoy la vieja canta un tango
Muy antiguo de Gardel.
Y los sordos no le aprecian
Cuantas veces desafina
Mientras que el viejo de al lado
No se contiene la orina.
En algún fin de semana
Me visitan con los niños
Ella se trae a su hermana
Que no para de hacer guiños.
Me riñó una cuidadora
Porque me negué a comer
Las patatas de freidora
Y una carne sin cocer.
¡ Dios ¡, yo que siempre te pedí
Morir en plena batalla
No me abandones aquí
Quiero tirar la toalla.
- Autor: Soplo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2012 a las 09:16
- Comentario del autor sobre el poema: He visto bastentes escenas patéticas cuando era residente.Toda experiencia deja una nota en ese gran piano de las sensaciones.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 102
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, nellycastell
Comentarios4
Geniales bellos y hermosos ripios poeticos amigo Johnny Rock
Gratificante la lectura de tu poema
Saludos de afecto y amistad
El Hombre de la Rosa
Gracias Maestro. Un abrazo fuerte.
Muy bueno tu poema amigo, muy duro y real es una verdad expuesto a la luz. Un abrazo
Muchas gracias amiga Nelly.Me alegra que,aunque duro como dices,te haya gustado.¡ Tenemos tanto que mejorar los humanos !
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