que todo te lo daba
y en el umbral sin miedo
paso a paso cruzaba
el libido momento.
Ahora que ya no estás puedo sentirme libre
como un ave que duerme
sobre una rama rota
pero no quiero hablar -nada que enturbie-
aquellos singulares momentos de los besos
caricias
en la oscura habitación sin tiempo
¿después de todo, qué fuimos?
donde chocara el río
un mar ya tempestuoso
y un cielo ennegrecido…
Tú que siempre dudabas de estar en un infierno
y yo que compartí
las llamas de ese fuego
diez años fueron en que busqué tus besos
tus fúnebres caricias
por arrancarme opreso
el ansia que en mi pecho se fue muriendo lento.
Ya nada tengo ahora desde que te me fuiste
desmanes y locuras irrumpen mi existir
no maldigo el entonces ni el ahora
pero si tu recuerdo
que mina mi vivir
no sé si fue un favor o fue castigo
del Todopoderoso dejarme así en mi vía
morir en soledad
por eso las veredas -senderos- -atajos-
están entre los bares
las putas
y el alcohol
no justifico el medio pero si los pesares
y a Dios sólo le imploro
¡Mitigue mi dolor!
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2009 a las 11:31
- Categoría: Triste
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: BryanGomez
Comentarios5
Sergio muy buen poema , sobre el dolor no diré nada, cada uno es diferente
Abrazos
MUY BUENO AMIGO ME GUSTO MUCHO...
SIEMPRE MUY BUENOS ESCRITOS...UN ABRAZO...
Hermosa epístola amigo..
Escribes muy bien,
me encanta leerte.
Y em.. no soy digo de fé.
Pero te expresas sutilmente.
Un abrazo
Se deja leer muy bien. Gusta.
Creo que mejoras con los días...
Abrazos
Mi querido Sergio Jacobo tu poema es muy lindo, felicitaciones.
Un beso.
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