La conocí un día intoxicado de luna
me enamoro en una noche repleta de sol
como la ventisca que aparta la duna
me sumió en una sublime canción.
Los astros tiritan sedientos
del rocío de su boca encantada
los dioses yacen acurrucados
en el absoluto de su belleza insensata.
No sorprende que abarrote mi alma
con delicadas plumas de ángel
que convierta un momento en espacio
obligándome a caer en su cárcel.
Emergió de un confuso sueño
pero lo onírico no fue suficiente
paciente con delicado vuelo
en el mundo sin magia se hizo presente.
Sella con un beso mi ataúd
destrúyeme en una caricia
por amor envíame a la luz
con prontitud pero sin prisa.
- Autor: J.M (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2012 a las 20:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1156
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