El instante que quieres olvidar

Te abrase embriagado de deseo,

mientras tus manos rociaban mi rostro,

el electrificante deseo recíprocamente mutuo.

tus ojos cerrados imaginaban tal vez otra era,

quizá otro tiempo, otro lugar o momento,

viajaste llevándome como infante,

al lugar más intimo de tu alma.

Tus labios, mi droga

Perfumaban mi cuello, acompañados,

Por un instinto que cortejo mis sentidos,

 mis dedos sedujeron tu piel, morfina,

Como morfina te entumecieron la razón

Solo dejando instintos de pasión,

Baje los tirantes de tu blusa suavemente,

Quite las envestiduras que cubrían tu corazón,

 tu piel tibia era canela en mi boca,

Tus senos firmes vino tinto, añejo,

Como uvas reservadas para el amor.

Mi acariciado cabello sentía un espasmo,

Al ver tus dedos cruzar entre mis prados,

Vi tu piel blanquecina oler a melodías,

Y sentir tu aroma más dulce que la miel

Domar las fieras y convertirme en amante.

Por ratos pedias parar, pero,

Como ironía atemporal de la ilógica,

…seguías besándome, pidiendo más,

Con tu indirecta directa.

Tu aliento danzaba al igual que tu cintura, ciclica

Y tu cintura como guitarra bien entonada,

Erizaba su terciopelada delicadeza,

Mientras tus piernas eran víctimas,

de las caricias furtivas…

Mi nariz, mis oídos, esclavos tuyos,

saborearon tu aliento, niebla,

Que como niebla sutil y bandida,

Acortejo mis mejillas,

Empañándolas de ardiente pecar

Aquellas bendecidas pupilas mías.

 Por momentos la ironía era malvada,

E incómodamente separamos cuerpos,

Victimas del malestar de la ropa,

Quemados de pación… sin poder sofocarla,

Pero nuestras almas aun eran una.

Tu piel blanca mi piel morena,

Mi alma pecadora, tu alma pura,

Mi pervertida mente, tu pulcro conocer,

Callados en silencio ante el amor,

Te embriagaste de mi instinto,

La pación desbordaba en cada beso en cada respiro,

Ardiente y voraz,

Pero no podía llegar más lejos,

Al finalizar los susurros se ahogaron,

Y el silencio opaco el frenesí,

Nuestras almas fueron constelación,

Entregada al pecar vanidoso del amar.

Al caer el tranquilo calma,

Rogaste en un abrazo suspirado,

-Quédate conmigo- musitado al silencio,

Quédate a mi lado,

Quédate amor.

Jugamos al póker,

Con el amor y el deseo,

Habiendo perdido…

Pecamos de deseo,

Deseando solo amar

Solamente un deseo de amar.

C.A.R

Notas Desveladas